"El amor es ciego"

Ese instante cuando empezó todo...hay momentos que pasan sin querer, sentimientos que sentimos sin desearlo y personas que encontramos y no quisiéramos perder. En el fondo de mi corazón jamás podré olvidar ese justo detalle de mi vida, porque de ese, transcurririan muchos más. Mensajes, cientos de ellos, miradas miles de ellas, sonrisas, no se pueden llegar a contar. Todo fue muy rápido, aunque mejor rápido y emocionante, que no, largo y aburrido. Misterioso y sorprendente en algunos momentos. Dando a conocer sentimientos que probablemente no fueran ciertos. Pero que me perseguían por las noches, hasta el alba, cuando desesperada corría a hablar contigo una vez más para inyectarme esa especie de droga con la que no podía vivir, tu amor. Todo fue confuso, e arriesgado, podríamos perder mucho, decidiéramos lo que decidiéramos, alguno de nosotros debería ceder, y yo no estaba dispuesta a ello. Paso el tiempo y sentí un gran cambio en tu persona, pasar de mi no es la mejor manera de decir, ya no me importas, yo te seguía esperando al final del camino donde la luz, cegaba mi vista y no presentía los malos tiempo que se avecinaban. Tiempos de soledad, los cuales mi cabeza utilizaría para pensar, darle vueltas al asunto, no hay peor situación posible, que un cerebro desordenado. De repente, apareciste, volvimos al punto donde empezamos aquella casi tarde-noche, donde todo ocurrió de la mejor forma posible sin augurar la derrota de uno de nosotros, yo. Volví a caer, otra vez! Como pude ser tan tonta de no ver que jugabas conmigo, mi amor hacia ti me cegaba, "El amor es ciego" ya lo dicen, no? Es mejor no pensar, en todas las cosas que me has hecho y pensar en todas las cosas que me harás, así no volveré a meter la pata. Mirar al frente, hacia un futuro no muy lejano, espero que no vuelva a comenzar todo con la misma historia, porque parece que este cuento, no tenga final y al acabar el cuento se vuelve a repetir, quien lea ese cuento, daña mis sentimientos y juega con ellos. Yo soy la dictadora de mi vida, pero no de lo que pueda sentir hacia el prójimo. Y si, me importas, pero no para reescribir el cuento, ya esta escrito, y tiene un triste final. Los finales felices solo existen en las películas, en la realidad hay que llevar la derrota de la mejor forma posible. Mi derrota ya pasó, ahora a esperar la victoria, eso es lo que haré...