En mi vida, hay días buenos, y no tan buenos, o días que sinceramente preferirías no haber nacido, y no levantarte de la cama, y no tienes fuerzas para seguir adelante. Y si hiciera un balance de mi vida diaria habría días que pueden pasar ambas cosas. Incluso hay algún día que te planteas la opción de suicidarte, aunque solo sea una tontería que recorre tu mente unas décimas de segundo. La vida esta hecha para tener esos altibajos y dar las típicas "lecciones" si se puede calificar de alguna manera. Esos días... puf son difícil para todos, pero desde la experiencia podría decir que esos días negros son mas habituales en gente de mi edad de los 13-17 mas o menos, pero los problemas son de tipo amoroso, de estudio o algunas veces futblostico. Después a otras edades los problemas cambian radicalmente y ya no son de este tipo, si no, de trabajo, mucha gente esta preocupada por su empleo y por si podrá traer dinero a casa para alimentar a su familia. Incluso teniendo varios trabajos, como mucha gente tiene, no llegan a final de mes. Pero en esta entrada no quería hablar de esto, aunque siempre empiezo hablando de una cosa y acabo en otra, me pasa a menudo. Lo que quería explicar es que, en la adolescencia, casi siempre vemos el vaso medio vacío, cuando en realidad, nos tenemos que preocupar de escasos problemas: amigos, estudios, y aquellas personas especiales que siempre están ahí. Yo no se, si veo el vaso medio lleno o medio vacío, como bien he dicho, según el día que lleve, aunque, suelo verlo medio lleno, hay que ser optimista en esta vida, no nos queda otra.
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